Historia de La Alpujarra - El Último Reducto Musulmán

Si vienes desde Granada a la Alpujarra, primero pasarás por el Suspiro del Moro, lugar donde dice la leyenda que Boabdil miró por última vez a Granada y se despidió de ella.
Sería entonces cuando su madre, la sultana Aixa, le dijo eso de "Llora como mujer aquello
que no supiste defender como hombre".


Leyendas aparte, las características geográficas de estos pueblos de montaña han contribuido a forjar una historia peculiar de la Alpujarra.

Rebeliones y Disputas en Las Alpujarras
Tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos la mayoría de la población musulmana en la ciudad se convierte y adapta a los nuevos tiempos. No fue así en las Alpujarras y otras zonas rurales.
El espíritu tolerante pactado en las Capitulaciones va desapareciendo con el paso del tiempo y los musulmanes son
obligados a bautizarse o a emigrar. Los que se convierten y se quedan fueron llamados moriscos.
Hubo numerosas reacciones y la más violenta fue la protesta de Las Alpujarras
en el año 1500.
A esto le siguió la supresión de su lengua y costumbres en 1567 ordenada por el rey Felipe II,
lo que provocó un año más tarde la Guerra de Las Alpujarras. Una de las más cruentas de la historia de España.
Fernando de Córdova y Válor se convirtió en el caudillo de los moriscos y
tomó el nombre de Aben Humeya, coronándose rey .
Al principio, las sucesivas expediciones militares enviadas por el rey se saldaron con
fracasos.
Los sublevados recibían ayuda del Imperio Otomano y el rey español decidió enviar mejores tropas con Juan de Austria al mando.
Aben Humeya fue traicionado y ahorcado
por sus propios seguidores y su primo Aben Aboo fue aclamado rey.
No duró su reinado más de un año, ya que también fue ajusticiado por los suyos, y finalmente, en la primavera de 1571 Juan de Austria retoma el control de la zona y acaba con la sublevación.
Después de esto, los moriscos fueron definitivamente expulsados de Granada y repartidos entre
poblaciones de Castilla.
Empezó así una etapa de decadencia para Las Alpujarras, que se intentó repoblar con gentes venidas de otras zonas de España, pero que no conocían las costumbres y formas de trabajar la tierra con estas características geográficas tan diferentes.
Al principio del siglo XVIII empezó una corriente de restauración y recuperación de las técnicas antiguas en los pueblos de la Alpujarra. Se reorgnizaron las zonas de cultivo en terrazas, se restauraron las antiguas acequias y repararon los molinos de harina.
Este florecimiento de la economía local duró hasta los años 70, cuando empezó el despoblamiento y la emigración masiva a grandes ciudades.
También hubo una especie de "fiebre del metal" entre finales del siglo XIX y principios del XX que afectó mucho a la zona. Vinieron muchas compañías extranjeras y nacionales que llenaron la sierra de minas, especialmente la Sierra de la Contraviesa y la de Lújar. Esta fiebre duró solo unos pocos años y causó una enorme destrucción ecológica en las montañas.
También ver: Historia de Granada, Historia de la Alhambra y Historia de Soportújar.


Los primeros pobladores de La Alpujarra eran las tribus africanas. Y antes de los árabes en la Alpujarra vivían los celtas, y después los romanos, y cuando Roma perdió su poder, por visigodos. Pero, lo que vemos ahora, forma y la estructura de las calles viene de los musulmanes. Como la Alpujarra aislada entre montañas, se han conservado muy bien y es un sitio único.
